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Todo el equipo de tecnología de defensa del Pentágono presenta su renuncia, exponiendo a EE. UU. a un gran riesgo de ciberataques.

La situación con DOGE, la criptomoneda de Elon Musk, está llevando a un importante departamento del Pentágono a clausurar sus operaciones.

El programa de servicios digitales del Departamento de Defensa de Estados Unidos, conocido como Defense Digital Service (DSS), se encuentra en una situación crítica debido a presiones externas relacionadas con el Departamento de Gobierno Eficiencia (DOGE) liderado por Elon Musk. Según los reportes, la mayoría del personal del DSS ha decidido renunciar debido a estas presiones, lo que conllevará que este programa, que ha sido fundamental en la introducción de innovaciones tecnológicas en el Pentágono durante la última década, cierre sus puertas para mayo de 2025.

El DSS ha jugado un papel crucial en la adopción de nuevas tecnologías, especialmente durante la retirada de Estados Unidos de Afganistán y en programas de transferencia de ayuda a Ucrania. Sin embargo, de sus 14 empleados, 11 han confirmado su intención de aceptar un paquete de renuncia antes de finalizar abril, y la directora del DSS, Jennifer Hay, planea dejar su puesto el 1 de mayo. Los dos restantes también tienen la intención de renunciar.

Una de las funciones primordiales del DSS era la implementación de tecnologías que permitieran al Pentágono reaccionar rápidamente ante incidentes de seguridad nacional. Aunque las responsabilidades del DSS serán transferidas a la Oficina de Inteligencia Artificial y Digital, no está claro cuánto tiempo tardará en asumir estas funciones, lo que podría comprometer la seguridad del Pentágono.

A pesar de que muchos esperaban participar en las iniciativas de DOGE para mejorar la eficiencia del Pentágono y la integración de nuevas tecnologías de inteligencia artificial, el equipo del DSS no ha sido considerado para ese propósito. Hay expresó su frustración, señalando que la razón por la que el equipo continuó trabajando fue la esperanza de ser incluidos en los esfuerzos de mejora.

Si bien ya existían problemas internos en el programa, como luchas políticas y congelación de contrataciones, todos los empleados coinciden en que su decisión de renunciar se debe exclusivamente a DOGE. Una de las citas más impactantes provino de Hay, quien comparó la situación actual con la opción de "morir rápidamente o morir lentamente."

La presión bajo la dirección de DOGE no es algo nuevo; otros programas de modernización y eficiencia como el Servicio Digital de EE. UU. y el programa 18F también han enfrentado despidos y reestructuraciones. Un exfuncionario del Pentágono comentó anónimamente sobre la falta de efectividad de DOGE en la implementación de inteligencia artificial y eficiencia, señalando que la situación actual se asemeja más a un desmantelamiento que a una mejora.