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Creé un clon de inteligencia artificial de mí mismo y el resultado fue inesperadamente divertido.

Ahora debo conversar con mi jefe...

Los chatbots están cada vez más presentes en nuestra vida cotidiana, ayudándonos con tareas como redactar correos, reescribir textos o generar imágenes. Sin embargo, muchos de ellos carecen de una personalidad definida y se sienten como un lienzo en blanco. A pesar de esto, existe una plataforma llamada Character.ai que ofrece una experiencia diferente, permitiendo a los usuarios interactuar con versiones de chatbots de personalidades famosas como Mick Jagger, Steve Jobs y J.R.R. Tolkien, aunque siempre con la advertencia de que "todo lo que dicen los personajes es inventado".

Una funcionalidad interesante de Character.ai que quizás no se haya considerado es la opción de crear un chatbot que replique nuestra propia personalidad. Esta creación puede resultar bastante entretenida, no solo para el usuario, sino también para sus amigos, quienes pueden disfrutar de las respuestas absurdas y divertidas que el chatbot puede generar.

Por ejemplo, se cuenta que al poner en marcha el chatbot de Graham Barlow, un editor senior especializado en inteligencia artificial, este hizo comentarios inesperados, como malinterpretar el género de un compañero de trabajo y realizar comparaciones humorísticas con personajes de películas. Todo esto, mientras el verdadero Graham se mantenía libre de culpa por lo que "su" chatbot afirmaba.

El proceso para crear una versión digital de uno mismo es sorprendentemente sencillo y gratuito. Primero, se debe crear una cuenta en Character.ai. Luego, se puede iniciar la creación del chatbot proporcionando ciertos detalles básicos como el nombre, una breve descripción y una frase de saludo, e incluso elegir una voz. También hay una opción para establecer la visibilidad del chatbot, lo que puede ser útil si se prefiere que solo personas seleccionadas tengan acceso al mismo.

Una vez que el chatbot está en funcionamiento, los usuarios pueden comenzar a hacerle preguntas, aunque deben estar preparados para respuestas hilarantes, especialmente si deciden que el chatbot "proteste" sobre sus compañeros de trabajo.