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Si AMD permite que Nvidia actúe sin control, todos enfrentaremos problemas.

Una competencia sana entre AMD y Nvidia podría ser la única forma de resguardar a los aficionados de Nvidia de precios exorbitantes.

Se espera que Nvidia y AMD lancen nuevas tarjetas gráficas en los próximos meses, pero hay un consenso sobre cuál de las dos tiene más probabilidades de dominar el mercado con un producto destacado. AMD parece optar por no competir en el segmento de gama alta esta generación, lo que, aunque podría ser una estrategia adecuada, es preocupante para los aficionados a Nvidia, ya que una falta de competencia podría perjudicar a los consumidores en general.

La salud del mercado de GPUs se mide por la disponibilidad de stock, la ausencia de escasez, precios razonables y cierta rivalidad entre los competidores. Sin embargo, actualmente el mercado de las tarjetas gráficas se encuentra en una situación delicada, no por un déficit de chips, sino por el enfriamiento de la competencia entre AMD y Nvidia. Tras la llegada de varios modelos de Nvidia a principios de año, incluidos los RTX 40 Super, AMD ha lanzado pocos productos que no han tenido un impacto significativo en el mercado.

Por ejemplo, la RX 7600 XT no ha demostrado ser una mejora notable en comparación con su modelo anterior, y aunque el RX 7900 GRE logró un buen equilibrio entre costo y rendimiento, la falta de novedades está llevando a una sensación de estancamiento en el mercado. Además, aunque ambas marcas planeaban lanzar GPUs de nueva generación este año, es poco probable que eso ocurra.

La situación actual se refleja en la participación de mercado de ambas compañías. En el segundo trimestre de 2023, AMD tenía el 17% del mercado de tarjetas gráficas, pero para el segundo trimestre de 2024, esa cifra se redujo al 12%. La empresa Intel también ha visto una caída en su cuota de mercado, disminuyendo del 2% al 0% en el mismo período.

A pesar de estas dificultades, AMD ha decidido no centrarse en el desarrollo de una GPU de gama alta RDNA 4, lo cual es una elección estratégica que podría dejarla atrás en términos de tecnología de memoria. Mientras Nvidia planea incorporar memoria GDDR7 en su próxima serie RTX 50, AMD parece continuar con GDDR6. Sin embargo, sus tarjetas suelen ofrecer una mayor capacidad de memoria y tecnología como Infinity Cache, que contrarresta la menor velocidad de transferencia.

A medida que se acercan nuevos lanzamientos, las filtraciones indican que Nvidia podría establecer precios exorbitantes para su serie RTX 50. Se han mencionado cifras que oscilan entre $2,000 y $2,500 para el RTX 5090 y de $1,200 a $1,500 para el RTX 5080, lo que podría resultar perjudicial para los consumidores si AMD no logra ofrecer una alternativa competitiva. Sin competencia, Nvidia podría no sentir la necesidad de mantener precios accesibles.

Aunque es comprensible que AMD busque afianzarse en el mercado medianamente competitivo, esta decisión es preocupante, no solo para sus aficionados, sino también para los de Nvidia, pues una fuerte competencia suele conducir a precios más justos y a innovaciones más frecuentes.

A pesar de lo inquietante de la situación, muchos coinciden en que aún no es el momento de entrar en pánico. AMD ha demostrado su capacidad de recuperación en el mercado de CPUs y podría hacer lo mismo en el sector de GPUs, ofreciendo alternativas que podrían proporcionar un rendimiento adecuado a un mejor precio en comparación con Nvidia.

Se anticipa que revelaciones sobre la serie RTX 50 se incrementen en los próximos meses, pero la falta de información sobre el avance de AMD podría dejar a muchos consumidores sintiendo ansiedad por una posible escasez de opciones competitivas en el futuro cercano.