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Científicos del telescopio Webb enfrentan el desafío de enormes galaxias atípicas.

Los han denominado "Monstruos Rojos".

Científicos han apodado a unas estructuras antiguas de galaxias como "Monstruos Rojos", debido a que su elevado contenido de polvo les otorga un aspecto intensamente rojo cuando son observadas a través del Telescopio Espacial James Webb. Este telescopio innovador, resultado de una colaboración entre NASA y agencias del espacio de Europa y Canadá, está desafiando ideas anteriores sobre la formación de las galaxias en el universo temprano.

Investigadores han descubierto tres galaxias ultra-masivas que datan de los primeros momentos de la existencia del universo, lo que cuestiona la teoría de que las primeras formaciones galácticas debían haber sido más ineficaces y lentas. Estas galaxias, de tamaño comparable a la Vía Láctea, han dejado perplejos a los científicos, ya que muchos modelos científicos proponen que surgieron mediante un proceso gradual y complejo. Stijn Wuyts, astrónomo de la Universidad de Bath, señala que estas "Monstruos Rojos" parecen haber superado rápidamente esas dificultades.

El estudio, que apareció en la revista Nature, revela que estas galaxias se formaron dentro del primer mil millones de años tras el Big Bang, cuando el universo aún era muy joven. Las teorías anteriores sostenían que una galaxia de tal magnitud requeriría miles de millones de años para evolucionar, dado que el universo tiene aproximadamente 13.8 mil millones de años.

Este nuevo hallazgo se suma a un creciente cuerpo de evidencia que sugiere que los cosmólogos deben ajustar sus teorías sobre la formación de galaxias. Recientemente, otro equipo de científicos anunció el descubrimiento de REBELS-25, una galaxia que existió cuando el universo tenía apenas 700 millones de años y que presenta similitudes notables con la Vía Láctea. Este estudio, publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, indica que podría ser la galaxia de disco rotatorio más lejana descubierta hasta ahora.

En la investigación reciente, los científicos analizaron un conjunto de 36 galaxias masivas cubiertas de polvo. Aunque la mayoría de ellas no contradicen los modelos existentes, las tres galaxias ultra-masivas se encontraron produciendo estrellas casi el doble de rápido que otras galaxias menores de la misma época. Wuyts concluye que el Telescopio James Webb ha presentado múltiples sorpresas en apenas unos años de operación, mostrando que algunas galaxias pueden madurar rápidamente en las primeras etapas de la historia cósmica.