Cover Image for El aumento de precios, la pesadilla del transporte bajo demanda, se transforma para la era de los robotaxis.

El aumento de precios, la pesadilla del transporte bajo demanda, se transforma para la era de los robotaxis.

Las alzas temporales de precios han llegado para quedarse.

Los usuarios de servicios de transporte compartido a menudo enfrentan la frustración de abrir aplicaciones como Uber o Lyft, marcar su destino y descubrir que el costo del viaje es significativamente más alto de lo esperado. Este fenómeno se debe a lo que se conoce como "tarifas dinámicas", una innovadora pero controvertida práctica en la industria. A pesar de las quejas de los clientes sobre los precios elevados, los directivos de Uber y Lyft defienden que las tarifas dinámicas son beneficiosas, ya que incentivan a más conductores a trabajar, permitiendo así cumplir con más solicitudes y reducir los tiempos de espera. Sin embargo, esto plantea una pregunta intrigante en el contexto de los robotaxis, que están proliferando en varias ciudades de EE. UU., desde San José, California, hasta Washington, DC. Si el objetivo de las tarifas dinámicas es aumentar la oferta de conductores, ¿por qué las empresas de vehículos sin conductor también las utilizan?

Waymo, que ofrece servicios de robotaxis en el Área de la Bahía, Los Ángeles y Phoenix, aplica tarifas dinámicas en horarios pico, al igual que Cruise, su competidor que ya no opera. Dado que una flota de robotaxis está completamente implementada, las tarifas incrementadas no pueden aumentar la oferta de vehículos de la misma manera que lo hacen para Uber o Lyft. Esto significa que los pasajeros deben pagar más, si tienen la capacidad financiera para hacerlo, o buscar otras opciones de transporte.

Las tarifas dinámicas, que se han convertido en un aspecto distintivo del transporte compartido, podrían requerir una reevaluación en esta nueva era de autonomía. Uber inició su experimentación con este modelo en 2012, generando críticas de los clientes desde el principio. En 2014, un usuario frustrado describió la práctica como “una explotación de precios en su peor versión”. Aunque este tipo de abuso está prohibido en varios estados de EE. UU., la regulación normalmente se activa solo durante emergencias. A lo largo de los años, imágenes de tarifas exorbitantes, como un viaje de 800 dólares en Nochevieja de 2015, se han viralizado. En respuesta a las críticas, Uber y Lyft han realizado ajustes en sus aplicaciones para ocultar los aumentos temporales de precio, aunque las tarifas dinámicas (también conocidas como "tarifas flexibles") han perdurado.

Harry Campbell, quien comenzó como conductor de Uber hace diez años y actualmente dirige publicaciones sobre transporte compartido y la industria de robotaxis, argumenta que la principal métrica de rendimiento de Uber siempre ha sido la fiabilidad. La meta es que los usuarios vean vehículos disponibles con una espera de entre tres y cinco minutos. Mantener estos tiempos de espera es un reto, dado lo variable de las solicitudes de viaje y la disponibilidad de conductores.

Los defensores de las tarifas dinámicas afirman que motivan a más conductores a trabajar en momentos de alta demanda, lo que a su vez evita largas esperas. Sin embargo, este argumento suele omitir una parte crucial de la realidad: las tarifas también moderan la demanda. Cuando los potenciales pasajeros ven precios más altos, pueden optar por no tomar el viaje, y esto facilita el servicio a quienes aún deciden hacerlo. Aquellos que no están dispuestos a pagar los precios incrementados se ven obligados a buscar alternativas.

Legisladores en estados como Massachusetts, Nueva York y Washington han expresado inquietudes sobre la protección del consumidor y han propuesto límites para estas subidas de precios temporales. De hecho, la tarifa dinámica ha sido ampliamente aceptada en el sector del transporte compartido, y ahora ha sido adoptada por Waymo, cuya operación no se diferencia mucho de la de Uber o Lyft, salvo por la ausencia de un conductor. Mientras que las tarifas más altas pueden motivar a conductores de transporte compartido a trabajar durante la alta demanda, estas no aumentan la limitada flota de Waymo.

A principios de este año, Waymo contaba con solo alrededor de 100 vehículos en Los Ángeles. Campbell señala que la justificación de Uber y Lyft para las tarifas dinámicas es válida, ya que puede aumentar el número de conductores disponibles, pero para Waymo, no hay una explicativa convincente. Un portavoz de la compañía declaró que aumentar temporalmente los precios puede ayudar a reducir la demanda y mantener tiempos de espera razonables para ofrecer una buena experiencia al pasajero.

Si bien las tarifas dinámicas contribuyen a moderar la demanda, esto conlleva el riesgo de crear desigualdades. Aquellos que pueden permitirse pagar el costo elevado tendrán acceso al servicio, mientras que otros pueden verse obligados a optar por alternativas de transporte. Esta crítica es un eco de los debates iniciales sobre las tarifas dinámicas en el transporte compartido, donde se alegó que estos precios altos podrían limitar el acceso para algunos usuarios.

A medida que la industria de los robotaxis evoluciona, también podría haber cambios en la oferta de vehículos. Hay varias formas en que esto podría ocurrir, y algunos expertos sugieren que el mercado de viajes bajo demanda podría dividirse en "carga base" y "carga pico", donde una flota fija de robotaxis operaría en tiempos normales, y las tarifas dinámicas durante picos de demanda incentivarían la participación de conductores humanos, expandiendo así la oferta de vehículos y reduciendo tiempos de espera para los clientes.

Por el momento, empresas como Waymo pueden cobrar lo que deseen durante períodos de alta demanda, a pesar de que no pueden desplegar vehículos adicionales para satisfacerla. Algunos creen que es apropiado esperar y observar cómo evoluciona esta nueva industria de robotaxis antes de implementar regulaciones estrictas.