Los precios de las consolas de videojuegos podrían aumentar pronto.
Analistas advierten que si se implementan las tarifas propuestas por el presidente Trump sobre China, esto podría tener un gran impacto en la industria de los videojuegos.
Hay muchas preguntas respecto a cómo sería una segunda administración presidencial de Donald Trump, y una de las principales inquietudes gira en torno a las tarifas propuestas para las importaciones, especialmente las que afectarían a China. La aprobación de estas tarifas podría marcar un cambio significativo en la manufactura de hardware y software para videojuegos, lo que podría traducirse en un aumento de precios para los consumidores.
Analistas han evaluado el posible impacto de estas tarifas en la tecnología relacionada con las consolas de videojuegos. Actualmente, se propone un arancel del 10% o 20% para todas las importaciones, junto con un arancel específico del 60% para productos procedentes de China. Algunos analistas consultados decidieron no opinar sobre las repercusiones de estas tarifas, ya que, aunque Trump ha discutido este plan, aún no se ha materializado y podría no llevarse a cabo. Sin embargo, expertos como Serkan Toto, de la consultora Kantan, advirtieron que los consumidores podrían ser los más afectados si estas medidas se implementan. Toto mencionó que los "efectos serían devastadores para los aficionados a los videojuegos", enfatizando que los estadounidenses asumirían el costo, no China.
Un informe reciente de la Consumer Technology Association apunta que un incremento en las tarifas sobre periféricos de PC, videojuegos y otros dispositivos electrónicos, como smartphones, podría reducir la capacidad de gasto de los consumidores estadounidenses en hasta $90 mil millones. Dado que muchos productos en la industria de los videojuegos y la electrónica se fabrican en China, la mayoría de los artículos que los consumidores pueden adquirir se verían afectados. Las proyecciones indican que el precio de las consolas de videojuegos podría aumentar en un 40%. Toto estima que el costo de un PlayStation 5 podría ascender a $800 en lugar de los $500 actuales, y que un juego típico de $70 podría llegar a costar $112.
En anteriores ocasiones, cuando Trump impuso tarifas del 25% a las importaciones chinas, se anticipó que los precios de las GPU se dispararían, con el ejemplo del Nvidia GeForce RTX 3080, que podría pasar de $699 a $874 antes de impuestos. Si se considera la próxima consola sucesora de Nintendo Switch, aunque las tarifas no impactarían la producción actual, sí podrían incrementar el costo para los usuarios al momento de su compra.
Más allá de los componentes de PC y consolas, la National Retail Foundation estima que las tarifas propuestas generarían costos anuales de entre $46 mil millones y $78 mil millones para los estadounidenses, equivalentes a aproximadamente $2,600 por persona al año. No obstante, estas tarifas podrían no implementarse tal como se han presentado; es probable que se lleve a cabo algo, dado que Trump impuso tarifas durante su mandato anterior mediante órdenes ejecutivas. Además, las empresas están explorando soluciones, como trasladar sus manufacturas fuera de China.
Se contempla la posibilidad de excepciones sobre ciertos productos. Toto ofrece el ejemplo de los iPhones, que se fabrican en China y la India, cuestionando si los consumidores aceptarían un incremento en su precio, por ejemplo, de $1,000 a $1,600. En el pasado, ante la imposición de tarifas, la Consumer Technology Association se unió a los principales fabricantes de consolas —Microsoft, Sony y Nintendo— para oponerse y alcanzar excepciones para productos tecnológicos populares. Por lo tanto, el futuro de los consumidores de videojuegos, ya afectados por el aumento de precios en consolas y juegos, aún no está sellado.
