Este ratón de Razer es molesto, pero no puedo estar sin él.
El Naga V2 Pro de Razer es un ratón excepcional, pero descubrir la manera correcta de utilizarlo resultó ser un desafío más complicado de lo que había anticipado.
Al adquirir el Razer Naga V2 Pro, esperaba enamorarme de inmediato y creía tener claro lo que estaba comprando. Sin embargo, un mes después, reconozco que me equivoqué en ambas suposiciones. A pesar de que este ratón tiene dos años, sigue siendo considerado uno de los mejores en el ámbito del gaming, y, tras probarlo, puedo confirmarlo. Sin embargo, no hay que subestimar su curva de aprendizaje, un aspecto que tuve que enfrentar de manera directa.
Mi primer acercamiento al Razer Naga se produce un poco tarde, dado que el diseño de este ratón con 12 botones no es algo nuevo, ya que ha existido en varias versiones desde 2009. Aunque nunca había tenido uno hasta hace un mes, el Naga está orientado principalmente a jugadores de MMO, un género que disfrutaba mucho en su momento. Sin embargo, su costo elevado y la gran cantidad de botones me habían desalentado a intentarlo antes. Así, el Razer Naga V2 Pro representa mi primera experiencia con este tipo de ratón, marcando un cambio para mí.
A pesar de ser un dispositivo plug-and-play, el Naga V2 Pro tiene sus complicaciones desde el inicio. Mi emoción inicial se vio opacada por algunas características que no me convencieron de inmediato. Con el tiempo, logré adaptarme y superar la mayoría de mis inquietudes iniciales.
Especificaciones clave del Razer Naga V2 Pro
- Sensibilidad: 30,000 DPI
- Frecuencia de sondeo: 125/500/1,000Hz
- IPS: 750
- Aceleración máxima: 70g
- Conectividad: 2.4GHz, Bluetooth, USB-C
- Autonomía de batería: Hasta 150 horas (2.4GHz) / Hasta 300 horas (Bluetooth)
- Botones programables: 10/14/20, según la placa lateral
- Peso: 134g
- Precio recomendado: $180
El Naga V2 Pro es un ratón inalámbrico de alta gama, lo que se refleja en sus especificaciones. Incluye tres placas laterales intercambiables que permiten elegir entre dos, seis o doce botones, ofreciendo hasta 20 funciones programables. Además, incorpora la rueda de desplazamiento HyperScroll Pro, con seis modos preestablecidos. Hay que instalar Razer Synapse para configurarlo, lo cual resulta sencillo si ya tienes experiencia con otros productos Razer.
Mis impresiones iniciales al sostener el ratón fueron que era pesado y algo voluminoso, aunque con el tiempo me sentí mayormente cómodo. Sin embargo, el número de botones requería tiempo para acostumbrarse. Utilizo una técnica de agarre en palma y la encontré adecuada, aunque un agarre en "garra" podría funcionar mejor para manos más grandes. Las placas intercambiables son extremadamente fáciles de cambiar, aunque tuve algunos problemas con el cable de carga, que me pareció algo complicado de desconectar.
Un proceso de adaptación
Un aspecto que no se menciona frecuentemente en las reseñas es el considerable tiempo necesario no solo para configurar el ratón, sino también para aprender a usarlo. Comencé con la versión de 12 botones, pensando que en poco tiempo sería un experto. Sin embargo, no fue así. La configuración de los botones laterales tomaba más tiempo del esperado, ya que muchos juegos no reconocen esos comandos, por lo que fue necesario vincularlos con teclas del teclado.
El uso de la tecnología HyperShift para asignar funciones adicionales a cada botón también puede parecerme innecesario, dado que mis juegos no requieren tantas configuraciones. La tarea de determinar qué funciones asignar fue un verdadero desafío, especialmente teniendo en cuenta que ya estaba acostumbrado a ciertas combinaciones en el teclado.
Realidad continua de uso
Aunque el ratón ha estado en el mercado durante casi dos años, me centraré en la experiencia práctica de usarlo a diario, particularmente para mi juego habitual, World of Warcraft. Este juego presenta una variedad de hechizos, lo que convierte el uso del ratón en un ajuste complicado al principio. Aunque eventualmente me adapté al diseño de botones, todavía no utilizo todas las funciones que el ratón ofrece, ya que rara vez necesito todas.
A pesar de los tropezones iniciales, un mes después siento que he comenzado a aprovechar al máximo el ratón. Mejoré en la agilidad para lanzar hechizos y liberé más espacio en el teclado, aunque la necesidad constante de reajustar los botones puede ser un proceso interminable. Aunque no es esencial utilizar cada uno de los 12 botones, el Naga V2 Pro sigue siendo un ratón excepcional.
He descubierto aspectos como la alta sensibilidad DPI, su excelente sensor, la conectividad inalámbrica sin inconvenientes, así como una construcción de gran calidad, los cuales me hacen sentir que el Naga V2 Pro puede durar mucho tiempo. La duración de la batería es otro punto a favor, ya que me ha resultado muy conveniente no tener que cambiar pilas a menudo.
En conclusión, a pesar de que el Razer Naga V2 Pro puede ser excesivo para muchos jugadores, especialmente aquellos que no se sumergen en juegos que requieren múltiples funciones, para mí ha sido una inversión valiosa. Sin dudar, volvería a comprarlo y no me importaría enfrentar el proceso de aprendizaje nuevamente.