Cover Image for Los usuarios de TikTok a favor de Harris se sintieron protegidos en una burbuja algorítmica, hasta el día de las elecciones.

Los usuarios de TikTok a favor de Harris se sintieron protegidos en una burbuja algorítmica, hasta el día de las elecciones.

En TikTok, el algoritmo continuó impulsando contenido favorable a Harris.

En las semanas previas a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Kacey Smith sentía un optimismo creciente. Como partidaria de la campaña de la vicepresidenta Kamala Harris, estaba consciente de que la competencia entre la candidata demócrata y el republicano Donald Trump sería reñida. A medida que navegaba por TikTok, se convencía de que Harris saldría victoriosa. Sin embargo, al acercarse el día de la elección, comenzó a percibir señales de advertencia que eclipsaban su entusiasmo. Recordaba que la plataforma le mostraba videos que destacaban la importancia de los derechos reproductivos, pero también insinuaban de manera engañosa que había que elegir entre “los derechos de las mujeres y los precios de la gasolina”. Este tipo de retórica, aunque resonaba en su entorno digital, le parecía restrictiva y arriesgada.

A medida que se confirmaban sus temores, Harris perdió tanto el voto popular como el Colegio Electoral, lo que llevó a la candidata a conceder la victoria a Trump. Las burbujas de información, como el algoritmo de recomendaciones de TikTok, son un tema habitual de preocupación para los críticos de la tecnología. Este tipo de feeds puede dar la impresión de una realidad personalizada, permitiendo a los usuarios evitar aquellos aspectos que consideran incómodos, como las personas cercanas en su vida que apoyaban a Trump. Sin embargo, aunque existen quejas sobre la desinformación que pueden propagar estos algoritmos, lo que ocurrió en este caso fue diferente. Los votantes, como Smith, comprendían los hechos y las probabilidades, pero subestimaron cuán persuasivo podía ser el contenido en TikTok para crear un mundo que estaba lejos de la realidad.

El algoritmo de TikTok es extremadamente personalizado, diseñado para ajustarse a la mentalidad del usuario, al igual que una televisión sintonizada específicamente a su gusto. La página “Para ti” presenta contenido basado en lo que se ha visto previamente o ignorado, lo cual complica la exposición a otros círculos dentro de la app. Cristina Tzintzún Ramirez, presidenta de NextGen America, una organización progresista enfocada en el voto juvenil, señala que este fenómeno dificulta el trabajo no solo a los activistas políticos, sino también a los candidatos y a los medios de comunicación, ya que se enfrentan a un público expuesto a diversas fuentes de información.

Desde el comienzo, la campaña de Harris pareció captar la relevancia de estas burbujas. En TikTok, la cuenta oficial de Kamala cuenta con 5.7 millones de seguidores y un equipo completamente integrado por miembros de la Generación Z producía contenido que, en ocasiones, resultaba complicado de comprender para el público general. Smith, al igual que otros usuarios de TikTok, entendía que la plataforma le recomendaba contenido en función de sus interacciones. Cuando encontraban material pro-Trump, prefería no involucrarse, ya que su objetivo era que el algoritmo no la catalogara como partidaria de Trump. En retrospectiva, se pregunta si una mayor variedad de contenido político podría haberle proporcionado más perspectivas sobre la postura de la oposición.

El fenómeno de las cámaras de eco no se limita a la política; resulta difícil saber qué es realmente popular en TikTok. Un informe reveló que incluso hombres liberales tenían más probabilidades de ver contenido relacionado con Trump que las mujeres. Datos de Pew Research Center indicaron que aproximadamente 4 de cada 10 jóvenes obtienen noticias regularmente de TikTok.

Sin embargo, TikTok no es la única burbuja informativa. Dos años después de que Elon Musk adquiriera Twitter, transformado ahora en X, la plataforma ha evolucionado hacia un entorno favorable a la derecha política, con contenido potenciado por Musk mismo. Mientras TikTok parece limitarse a ofrecer contenido basado en las preferencias del usuario para generar ingresos publicitarios, la inclinación de X hacia la propaganda de derecha es una estrategia electoral deliberada que ha dado frutos considerablemente.

Alexis Williams, una influenciadora que llevaba años generando contenido sobre política y temas sociales, asistió a la Convención Nacional Demócrata como creadora de contenido, compartiendo sus impresiones con sus 400,000 seguidores. Williams, que tenía una visión crítica sobre Harris, se sintió optimista sobre sus posibilidades de triunfo. Sin embargo, a medida que la fecha de la elección se acercaba y veía vídeos que mostraban encuestas favorables a Harris, la confianza de Williams comenzó a tambalearse.

Para muchos votantes en TikTok, el contenido de Kamala HQ se mezcla sin esfuerzo con otros videos. La campaña utilizó sonidos y clips de tendencia que parecían conectar casualmente con su audiencia. Sin embargo, Smith sintió que, aunque apoyaba a Harris, había un límite en lo que podía soportar del contenido que veía, comenzando a parecerle parte de un marketing más que de un esfuerzo político genuino.

El efecto de las burbujas no es algo nuevo, y los votantes tienen a su disposición múltiples fuentes de noticias partidistas. No obstante, la falsa sensación de certeza que brinda TikTok se siente aún más potente, ya que la experiencia de cada usuario es tanto personal como global. Sara, Williams refleja que con la creciente precisión de los algoritmos, nuestra comprensión del mundo exterior se ve limitada, resaltando la dificultad de mantener una noción de realidad compartida en un entorno donde cada uno está encapsulado en sus propios mundos virtuales.