La fusión desata una revolución energética.

En 2024, la tecnología de fusión finalmente dará el salto de la investigación básica a la aplicación comercial. La razón de esto será la construcción y finalización de los primeros demostradores de fusión comerciales. Estas instalaciones de vanguardia son más pequeñas que las plantas de energía de fusión. Por ejemplo, un demostrador de fusión basado en láser podría usar de cinco a diez haces de láser, mientras que una planta de energía comercial puede usar varios cientos. Sin embargo, tienen un papel crucial: demostrar que la tecnología de fusión funciona a pequeña escala, allanando el camino para la construcción de plantas de energía de fusión más grandes. En 2024, harán precisamente esto, comenzando a construir dispositivos que finalmente lograrán el esquivo objetivo de ganancia de energía, es decir, producir más energía de la necesaria para iniciar el proceso de fusión. Alcanzar este hito es un paso crítico para abordar la creciente demanda global de energía, ya que la energía de fusión tiene el potencial de proporcionar una fuente abundante y libre de carbono de energía.

En 2022, los investigadores en la Instalación de Ignición Nacional (NIF) en California se convirtieron en los primeros en demostrar experimentalmente que un proceso de fusión podría producir una ganancia neta de energía. Este experimento utilizó láseres de alta potencia para depositar energía en un objetivo de combustible pequeño: una cápsula del tamaño de un milímetro que contiene deuterio y tritio congelados, creando las condiciones para que ocurra la fusión. Los láseres entregaron 2,05 megajulios de energía al objetivo, lo que resultó en una producción de energía de fusión de 3,1 megajulios. Este fue un experimento científico: a diferencia de los demostradores de fusión, el NIF no está diseñado para funcionar continuamente como una planta de energía. Sin embargo, como resultado de este avance científico, la fusión nuclear ha atraído considerable atención en la investigación, la política y los inversionistas en los últimos meses.

Se han desarrollado estrategias nacionales de fusión en EE. UU., Reino Unido, Japón, Alemania y otros países para avanzar en la investigación y prueba de la tecnología. Actualmente, EE. UU. y Reino Unido lideran la carrera: El Departamento de Energía de EE. UU. financia la investigación en fusión con un presupuesto anual de aproximadamente $1,4 mil millones y alienta a las empresas privadas a acelerar la comercialización. De manera similar, el Reino Unido fomenta la asociación público-privada al formar un conglomerado de fusión con universidades y empresas que combinan sus conocimientos. Inversores de alto perfil reconocen la oportunidad de la tecnología de fusión, con más de $5 mil millones de capital privado fluyendo hacia empresas de fusión en los últimos dos años.

Las iniciativas están dando resultados: Varias empresas de fusión en todo el mundo, incluidas Commonwealth Fusion Systems, Helion Energy y General Fusion, han anunciado planes para comenzar a construir instalaciones en 2024 para demostrar su enfoque tecnológico. Según el último informe de la Asociación de la Industria de la Fusión, más de la mitad de todas las empresas de fusión creen que la energía de fusión se entregará a la red eléctrica pública durante la década de 2030. En mayo de 2023, Microsoft firmó un acuerdo de compra de energía con Helion Energy para asegurar un suministro de electricidad generada por fusión para 2028. En agosto de 2023, Marvel Fusion (una empresa de energía de fusión que cofundé) anunció una asociación con la Universidad Estatal de Colorado por valor de $150 millones, la mayor asociación público-privada hasta la fecha, con el objetivo de construir la única instalación láser adaptada a una tecnología de fusión basada en láser comercial y el sistema láser de pulsos cortos más potente del mundo. Con estos avances y compromisos en su lugar, 2024 está listo para demostrar que la fusión ya no es un sueño lejano, sino un futuro alcanzable de energía limpia y sostenible.